26 de julio de 2009

No existo

La he observado atentamente mientras duerme, sólo por un rato, para asegurarme de que realmente se encuentra ausente. Aprovecho su sueño para librarme un rato de las difíciles circunstancias en que me pone siempre, excepto durante aquellas extrañas horas en las que ella misma se encuentra libre de preocupaciones sobre la vida y la muerte... y me deja en paz. Aunque detrás de las ansias de paz, esconda avidez por la aventura, aunque ella me haga ser sólo un nadie que recoge flores en el parque, un fondo sin forma que sirve para mentir acerca de sus verdades mientras escribe lo que quiere que sea. Me enloquece de ira no poder decidir entre amarla por haberme creado u odiarla por controlarme siempre.

Abrió los ojos, coño. Puedo ver cómo se prepara para escribir de nuevo. Voltea para mirarme, mientras le sonrío desde el parque lleno de flores. Seguramente ha planeado que hoy yo podría sentir su soledad necia.

3 comentarios:

  1. Muuuuuuuuuy interesante.

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  2. Muuuuuuuuuchas gracias por tu opinión.

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  3. Ay Jess, este cuento es excelente. Que envidia que no lo escribí yo. Ja ja ja.

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