1 de julio de 2009

Hematomas

Los surcos en mi cuerpo cada vez son más grandes, se lo atribuyo a la profundidad de tus caricias. La sangre ni siquiera puede atravesar la piel, por más que pulse, empuje y palpite, se queda atrapada. Como si se percatara de su propia culpa, como si el dolor no tuviera derecho a ser libre. Si bien la frescura de tu naturaleza cambia de ánimo cuando le da el sol, tu dureza no varía...ni siquiera cuando mis huellas tratan de ablandarte, tendidas sobre ti, esperando que absorvas la escencia de lo maleable.

Dueles. Duele tratar de volar y sólo conseguir hematomas. Duele cada paso en falso... le he tomado miedo a las piruetas. A caer sobre ti, piso rotundo.

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