18 de febrero de 2009

Perspectiva de mí misma

...desde una esquina.
Me gustan las historias que no tienen finales
y las hojas secas que huelen al otoño medieval.
También disfruto triunfante la fría y dura indiferencia
de todos aquellos rostros que decoran el ayer.

Me atrae justo aquel rostro que se me antoja pensante
y adoro los detallitos de las fotos más borrosas.
Río al mirar esas gotas, que necias buscan la muerte.
Y canto como una tonta, cada día al amanecer.

Feliz, me recuerdo niña y que me embutía en faldas
y amaba las flores tibias que reían entre ellas.
Danzaba sobre la tiza del avioncito del suelo
Y suspiraba extasiada de amor que comía con miel.

. . .

15 de febrero de 2009

El día después de ayer

Es que no entiendo los espirales de mi cabeza en febrero, ni sé por qué están todos en blanco y negro. Lo que sucede es que después de un día casi perfecto, el siguiente tiene por objeto restaurar la cordura. Entonces una se ahorra las meditaciones en silencio y se enfrasca en el calor de las sábanas para extrañarlo después. Voy a romper mi propio esquema, así no me aburro demasiado antes de empezar a vivir.

Hoy el día se ha pasado arrastrándose. Yo lo vi cuando volvía de explorar debajo de la cama, cubierto de telarañas y con aspecto de haber luchado con los lápices que perdí hace tiempo. Emergió lentamente y se sentó a mi lado, nada más para advertirme que quiere quedarse para siempre. Con unos ojazos verdes, el día me dijo en silencio que hoy no había razón ni para levantarme en la mañana. Pero yo no le hice caso y me di una ducha muy fría que al parecer se ha extendido, atrapada en los nubarrones que se ven más allá de la ventana. El resultado fue pasarme el resto de la mañana... y la tarde... y la noche, envidiando las cosas que sus manos habrán tocado.

Qué frustración que haya frío y que el día haya estado nublado y que las horas sean esponjosas y la atmósfera huela rico... y no haya venido la lluvia.

Después de un día casi perfecto, el siguiente tiene por objeto restaurar la cordura. Por eso hoy la mía ha vuelto a su habitual estado ausente.

11 de febrero de 2009

Días

Después de admirar el crepúsculo (sola)
el Sol parece llevarse mi todo
se me antoja cruel
duro.
Y al crecer otra vez la Luna
la seguridad se corta en trocitos
y vuelvo al cobijo de nadie.
Concluye un día más de vida.
Noche atravesando almas
y me hace olvidar la luz efímera.

Duerme el cuerpo desarmado
Recito a Morfeo mis historias
para luego abrir los ojos (¿viva?).

10 de febrero de 2009

Tic-tac

La vida se escapa suave
fundiéndose entre las almas
si es que existen ahí
dentro de la carne.
Las horas pasan saludando
te empujan
hacia tu muerte
y no sabes lidiar con ello
La exhalación marca el ritmo
el latido que extenúa
¿A qué temes?
Si vivir es el arte de morir lentamente
¿Esperarás
a que no haya tiempo?

6 de febrero de 2009

Senseless

Tienen más sentido las palabras que nacen de la memoria, pues hoy no se distingue nada salvo los sentimientos y esos son incoherentes. Esta noche se ha recorrido con los dedos las líneas vivas, las historias y los deseos. En un instante fugaz, se desvaneció la vigilia, dejando tras sí su velo vaporoso y permeable, a través del cual la luz de sueños fractálicos se filtra hacia la conciencia. Irónicamente, se divisan allá abajo unos dedos flotando sobre las teclas. Volando... tratando de seguirle el ritmo a los pensamientos. Alguien alucina con dedos. Con tactos. Sensaciones. No lo logran. Se cierran los ojos por fin, con la certeza de despedirse... hasta mañana... sí, hasta ayer y hasta hoy. Hasta siempre. Siempre tuvieron más sentido las palabras que dijeron tus labios. Pero eso está en manos de los recuerdos... ahora hay que concentrarse en buscar un por qué perpetuo.