27 de octubre de 2009

Trayecto

Meto la mano. El bolsillo está mediovacío. Toco aquí y allá pedacitos de sustancia blanca y algo que parece jaqueca en latencia. Pero las notas que tomé sobre aquel gato se han perdido para siempre en las calles. Me conformo con la memoria de su cara bigotuda. De todas las criaturas que se han cruzado por mi vista, sólo él pudo intimidarme y a la vez inspirarme una ternura indescriptible. Lo recuerdo ahora, tal vez por la insignificancia de este ambiente, ambos sorprendidos al toparnos con el espacio que separaba mis pies de sus patas, nos miramos. Decidiendo a la vez.

Ahora, trato de imaginarme su figurita famélica lamiendo los rastros de indiferencia de los cerdos en la ciudad. Quisiera enmendarlo, pero tal vez imaginarme un mundo donde se rompen las venas de la tierra no es la solución para él, que nunca soñará con hacer feliz a alguna rata. Confiaré en que la tinta sirve para que exista un tiempo más. Me odio por añorar las inyecciones de culpa.

Te extraño, gato.

24 de octubre de 2009

Lapsus

Nunca
me gustó empezar de cero
pero siempre me vi obligada
a descansar

Dejar que la vida se incubara

Esperar la hora de la venida
del invierno
era todo lo que intentaba terminar

Nunca
supe encontrar paciencia
mi cuepro temblaba
no era miedo

Una risa me arrancaba de mi suelo
y yo caía al hueco de mí misma
Me escondía.

Nunca
había llorado tanto en mi vida

Pero de eso hace ya mucho tiempo
Tal vez las horas deanbuladas no se gastan.

22 de octubre de 2009

Cuestión

¿ Y si en lugar de ponerme a gastar el grafito de un lápiz, perdonara a la blancura del papel para teclear apasionadamente otra vez, como cuando las manos no son tan rápidas como quisieras y el frenetismo de los nervios envenena la sangre... resultando que desperdicio sueños de lectores que quieren odiarme y me divierto por unos minutos, volviendo a ser tan libre como los espacios entre las palabras, cantando poemas sin rimas porque esos me gustan más... dejaría de escribir sobre los cuentos de las vidas que huyen en todas direcciones manchándolos con mis propias mariposas de café, volvería a los poemas hipnóticos y negros que danzaban por mi mente cuando la realidad se vestía de delirio... tal vez me cansaría de recordar reglas y límites, y me daría igual la manera en que se disuelven las memorias, cayendo a través del ahora para quedarse flotando y expaniéndose oníricamente... y si no resultara fiable establecer diálogos sobre cuentos porque he resultado ser la creación de mis personajes y nunca he sabido la diferencia entre pensar y escribir... sería libre de decidir mi propia locura y crear hermosas mentiras para escudarme del viento... mirarme en el espejo a través de tus ojos sería tan satisfactorio como lo es ahora o suspiraría ansiosa de escapar hacia un lugar donde yo no esté en la historia?