15 de enero de 2010

Árbol

Escribo cien veces la misma frase:
soy otra
Pero el párrafo se resiste a crecer
Las raícen inmersas en agria humedad
me hunden.
Debo convencerme de que la mente es física
para escapar del submundo
y volver a alguna noósfera primitiva
Allí aguarda él
indemne
con un abrazo infinito
(mis pies mojados por la lluvia)


Y yo le amo.

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