24 de febrero de 2011

Melancolía IX

Vengo de recorrer el cielo gris
a paso lento
contando los momentos en la luz mortecina
y los poros de mi piel
que se llenaron de agua.
Me siento sobre mis propios ojos
y sostengo el aire
descansando.
Hay muchas palabras escritas
no-dichas
pesan lo suficiente para hundirme
y la superficie de la memoria joven
húmeda de tanta lluvia
me succiona las suelas
al tratar de levantarme y dar un paso.
Quedo atrapada en ese fantasma de besos
que soy.

Pienso otra vez.

No podría decir si te extraño más
cuando me encuentro aquí
o cuando estás a cinco centímetros
y mis cuerdas vocales
sencillamente se apelmazan…